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¡Los Marcianos Llegaron ya!

 

Es hora de que el Premio Nacional de Ciencias que concede el gobierno de México recobre alguna seriedad. Hora de renunciar al modelo libresco de la antigua Universidad de Salamanca; y premiar por una vez la innovadora curiosidad, la busca de evidencias contra viento y gobierno, la pasión por la verdad sin adjetivos.

Premio Nacional de Ufología se oye bien, creo. Me permito proponer dos candidatos. Uno vivo, Jaime Maussan; e in memoriam, premiar a don Pedro Ferriz. Es justo y sería sano.

Maussan, ufólogo mexicano de fama mundial. con las ‘momias de Nazca’. FOTO History Channel/EFE

 

Hablo en serio. Todos sabemos desde hace décadas (los testimonios verbales y grabados son abrumadores) que el planeta Tierra ha sido visitado desde el espacio exterior en naves que se mueven de manera imposible y acaso se alimenten de la energía solar. La mera cantidad de evidencia representa una posible prueba.

Hace dos semanas, los testimonios bajo juramento ante el Capitolio de tres miembros del Pentágono, uno de los cuáles renunció en abril al cargo al fin de testificar, son con toda razón nota principal en todo el mundo. Suman varias audiencias desde la primera en 2022.

Esta vez los congresistas parecen interesados en serio en el asunto. Exigen al gobierno de Estados Unidos una explicación de porqué hizo de la evidencia extraterrestre asunto de seguridad nacional y mintió sistemáticamente al pueblo yanky.

Imágenes de video de un presunto extraterrestre, grabado el pasado 1 de mayo en Las Vegas. FUENTE larazon.es

 

La recta final del desenlace del enigma OVNI comenzó en 2017, cuando un desconocido filtró a los medios videos filmados por cámaras de aviones de combate, así como audios de las comunicaciones con la torre de control, relativos al avistamiento de y acoso por naves voladoras.

A resultas, primero Trump y luego Biden promovieron leyes que conceden inmunidad a funcionarios y empleados del Pentágono que deseen publicitar la información de que disponen.

Es fácil de entender el porqué del secretismo que asimismo comparten China y Rusia. Los restos de tales naves, necesariamente de tecnología muy superior a la nuestra, han de ser preciosos. Si se saben aprovechar otorgarían una superioridad inmediata sobre otras naciones. Al respecto, mucho se ha comentado sobre avances posteriores al célebre caso Roswell, como en investigación del cosmos, la computación, los celulares, etc.

Casi naturalmente, puede decirse, las instituciones globales resienten un cambio de paradigma mental basado en la admisión de vida superior extraterrestre. Entre otras, las tres religiones monoteístas ni más ni menos. ¿Dios creó la especie humana? ¿Somos los hijos de Jehová, Alá o Dios Padre el centro de un universo creado para nosotros?

Primera portada del libro publicado por H.G. Wells en 1898.

 

Las preguntas se acumulan. ¿Nos uniríamos los terrícolas ante la evidencia extraterrestre? ¿Qué sería de las jerarquías y diferencias meramente sociales? ¿Cesaría de golpe su guerra Putín, se democratizaría China y la izquierda totalitaria renunciaría a la utopía macabra de los Pot, Kim, Mao, Stalin y Castro Ruz?

Preguntas peliagudas, por cierto. E ineludibles si se confirma que hay vida superior a la nuestra en planetas lejanísimos. No es tan fácil decidir, ya se ve, si la gente debe saber la verdad y compartirla con los enemigos globales. Hubo pues razones sensatas para el secretismo.

Lo que pasa es que las evidencias se están multiplicando. Y aumentarán. La gente ha comprendido que esa información hoy reservada nos atañe a todos, no solamente a los militares y científicos. Es de vida o muerte. A nadie conviene convivir en rosácea ignorancia.

 

Propaganda de la película de Alfredo B. Crevenna con el icónico luchador y actor El Santo, estrenada en 1967.

 

Ignoramos desde cuándo nos conocen los presuntos extraterrestres; mas sabemos que no tienen al parecer interés en esclavizarnos o dañarnos. Acaso puedan aniquilarnos en una semana y no han dado tal paso…

Parecen civilizados en un sentido superior al nuestro, siempre tan ambiguo. Que no cunda el pánico.

COHETERÍA

Y mientras el mundo especula sobre extraterrestres dueños de una educación científica superior, México tiene un subsecretario de Educación que se llama Marx Arriaga. Nuestras vidas siempre serán absurdas, al fin humanas…

De los nuevos Libros de Texto Obligatorios (versión mexicana del Libro Rojo de Mao) hablemos en el siguiente Buscapiés.

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