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Con información de noticieros.televisa.com
Este es un caso en el que se denuncia extorsión por parte de una agente delMinisterio Público en la Ciudad de México. Todo comenzó con el robo a mano armada de una motocicleta en la colonia Condesa. Eran dos asaltantes que viajaban en otra moto. Uno de ellos usaba casco, pero con la careta levantada, amagó a la víctima con un arma. Doce horas después, detuvieron a una persona con la motocicleta. El denunciante lo reconoció, pero con el argumento de que no podía reconocerlo porque llevaba casco, comenzaron las amenazas de que sería consignado por falsedad de declaraciones si no pagaba para evitarlo.
Quince mil pesos puede costar que un ministerio público de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México no consigne a una persona.
En tres grabaciones que obtuvo Despierta, se oye que la agente del Ministerio Público, María Cristina Méndez Santana, y su secretaria Nayeli chantajearon a la víctima del delito para no cambiarle el estatus a probable responsable.
Le advirtieron que lo acusarían de falsedad en declaraciones, ya que el asaltante lo había denunciado.
De acuerdo a los audios grabados en agosto del año pasado, la primera que le pidió dinero a la víctima para no cambiarle el status a indiciado fue Nayeli, la secretaria del Ministerio Público.
MP: “De entrada no te tomaría nada ahorita de declaración. Voy a hacer el nuevo citatorio, como denunciante, como probable. Tengo que ponerme de acuerdo con el policía ministerial, que diga: fuimos y nunca lo encontramos, él ya no está aquí. Y te voy a girar dos o tres y decir que nunca te encontraron. A mí me piden cuota de consignación”.
Víctima: “¿Cuánto sería?”
MP: “No sé tú. Tú velo. Tú dime y yo lo hablo con el MP. Porque lo de menos sería que dijeras no, vas a consultar un abogado. Nada más ve a un bufete y que te diga cuánto, te vas a gastar más de lo que le vas a pagar al abogado. Y luego al final de cuentas te dice no. La MP ahora por sus calzones te quiere consignar y le tienes que dar tanto. Desgraciadamente así es”.
El afectado le dijo que lo pensaría. A los pocos días le llamaron y dejaron un recado para que se comunicara a la oficina del ministerio público, ubicada en el edificio central de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México.
Víctima: “¿Me podría comunicar por favor con la licenciada María Cristina Méndez Santana?”
“Un momento, por favor”.
Víctima: “Me comunicó mi papá. Me dijo que usted se comunicó con él para pedirle que yo me comunicara con usted urgentemente”.
MP: “¡Ay Dios! De qué averiguación será. Es que sabes qué, que les estuvo hablando mi secretaria, la licenciada Nayeli, pero no sé de qué averiguación es. ¿Cómo fue el caso?”
Víctima: “Me robaron la Ducati hace dos meses y medio. Me la regresaron. Entonces, el chico que me asaltó me demandó”.
MP: “Ah, eres tú. ¿Qué pasó?, ¿Qué vamos hacer?”
Víctima: “No he tenido como mucho tiempo de regresar a casa, pero no sé, usted dígame como cuánto tiempo queda, por eso me comunico”.
MP: “Pues ahora sí que lo más pronto posible. Te doy el número de mi celular y me marcas a mi número de celular, es 55…”
Lo que debía ser tratado en una llamada oficial, en el teléfono de oficina, pasó al número personal de la agente del Ministerio Público.
Víctima: “Licenciada María Cristina, habla…, acabo de hablar con usted”.
MP: “Ah sí. ¿Qué pasó?, ¿Qué hacemos con tu asunto?”
Víctima: “Mire, he estado muy presionado económicamente. Hablaba para saber si hay como otra manera de solucionarlo que no sea a través de dinero, porque estoy de verdad muy apretado. Es que según el abogado de oficio y la MP que me atendió, me decían que ya no había, de hecho, ningún caso. Que se iba mandar mi caso a la reserva”.
MP: “¿Quién te dijo eso?”
Víctima: “El abogado de oficio, cuando estuvimos ahí. Que en realidad ya no había caso, él me recomendaba ni siquiera declarar”.
MP: “Si tú consideras que no hay nada, te doy nada más fecha para que vengas a declarar, ahora que regrese Nayeli y te cambio la calidad a probable responsable. Para mí, sí hay. Te voy a consignar. Nosotros lo estamos haciendo por ayudarte, pero realmente si tú consideras que no, que no se va dar la falsedad, de acuerdo a lo que te dijo el abogado, pues adelante”.
“Te tengo que cambiar la calidad. Para mí si hay una falsedad, porque tú dices primero una cosa, no lo viste, y después de la nada, lo reconoces. Definitivamente no, no es una situación lógica, por pura lógica y yo por eso sí la voy a consignar”.
Víctima: “Lo que me surge la duda es que la señorita Nayeli fue la que le dijo al abogado de oficio que yo no declarara y que así ya no pasaba nada. Y después me pidieron dinero para acomodar la carpeta, para que ya no tuviera más problemas, pero es lo que no entiendo muy bien”.
“Tampoco entiendo bien cuánto es lo que lo que me pidió. Me dijo que yo lo viera, pero no entiendo cómo se maneja esto, nunca he pasado por algo así. Si usted me diera.”
MP: “Es que necesitaría platicar contigo personalmente para explicarte”.
Víctima: “Si usted me diera alguna cifra cercana, ahora que regrese podría ir más preparado”.
MP: “Date una vuelta por acá y platicamos. Ya platicamos y te explico los alcances, el hecho que te traería de que te consigne por una falsedad en declaraciones”.
“Para empezar te van a girar orden de aprehensión, valora esa situación. Si tú dices, decláreme probable responsable, yo te declaro. Si tú dices, no quiero ninguna ayuda, yo creo que de todas maneras no me van a consignar. Tómalo desde ese punto de vista, desde que platiqué contigo te dije que había falsedad en declaraciones. Es una falsedad grave, estás inculpando a una persona, eso es delito grave, ni siquiera alcanzas fianza”.
María Cristina Méndez Santos fue denunciada ante la Fiscalía de Delitos de Servidores Públicos, sin embargo, el caso no ha avanzado.
Con información de Luis Pavón