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Biden y los Migrantes /Eunice Rendón (El País)
Tras días de espera y polarización, Joe Biden se proyecta como el cuadragésimo sexto presidente de Estados Unidos en fórmula con Kamala Harris como la primera mujer de origen migrante, vicepresidenta en ese país. A pesar de todo, en términos de nuestra comunidad y país, el triunfo del demócrata es una buena nueva.
Que quede claro, en materia de política migratoria, tanto republicanos como demócratas le han quedado a deber a nuestros connacionales. Sin embargo, nadie con la crueldad, odio y racismo que Trump propagó. Más de 400 modificaciones y acciones ejecutivas en contra de los migrantes fueron propuestas durante su mandato. No debemos olvidar la separación familiar, el muro, las histerectomías y abusos en contra de mujeres migrantes, las detenciones prolongadas, el aumento en un 60% en las deportaciones expeditas, el intento de eliminar el estatus migratorio especial DACA para aquellos llegados durante la infancia a la Unión Americana, la puesta en marcha del programa Permanece en México que obliga a centroamericanos, que huyen del riesgo a perder la vida en sus países de origen, a esperar del lado mexicano sin ningún apoyo, con retrasos y abusos de sus derechos humanos.
El constante maltrato en los centros de detención migratoria, la deportación de menores migrantes centroamericanos a nuestro país, la cancelación de visas de trabajo en caso de usar de más el sistema de salud, el freno a los procesos de naturalización de los poseedores de green cards, la reducción de fondos a ciudades santuario y sobre todo el mensaje de odio, responsable de la polarización y del incremento en un 30% de los crímenes de odio basados en la raza, principalmente en contra de latinos que se dio desde su llegada a la Casa Blanca. Sus palabras, además de generar temor y estrés en la comunidad, dieron permiso a diversos grupos de supremacistas blancos, de insultar, amagar, lastimar y matar a la población de origen migrante en un país cuya fuerza e historia radica en la multiculturalidad.
De Biden esperamos durante sus primeros días de Gobierno, la renovación de la acción ejecutiva DACA tal y como existía antes de que Trump la eliminara de un plumazo en perjuicio de más de 900.000 jóvenes que llegaron desde su infancia a ese país (el 80% de ellos mexicanos). Además, esperamos nuevas aplicaciones, permisos de trabajo para salir y reingresar a los Estados Unidos, posibilidad de becas entre otros apoyos. A pesar de que la Suprema Corte dictó al Gobierno de Trump renovar el programa DACA, solo abrieron la posibilidad para aplicar por un año en lugar de dos como solía ser y únicamente para aquellos que ya contaban con dicho beneficio antes del 2017. Lo más importante será construir el camino a la legalización y la ciudadanía de estos “soñadores”. Se espera también la renovación para los más de 200.000 migrantes de Centroamérica que cuentan con el Estatus de Protección Temporal (TPS) que expira en enero 2021. Prometen terminar con la política de separación familiar al tiempo de poner en marcha el comité de acción para reunificar a los más de 545 niños que fueron separados en la frontera con México.
Asimismo, tanto Biden como Kamala han prometido poner fin a una de las peores decisiones en materia migratoria de la historia: el programa Permanece en México al tiempo de restablecer la política de asilo, respetar el debido proceso y la posibilidad de que los solicitantes puedan presentar sus casos ante alguna de las 56 cortes migratorias de ese país, cuestiones que no han sucedido con Trump. Otra promesa es la puesta en marcha de una reforma migratoria integral que se espera que realicen en sus primeros 100 días de Gobierno.
Finalmente, recordemos que con Trump el número anual de admisión de refugiados ha sido el más bajo de la historia. Durante 2020 solamente se otorgó el refugio a 10.233 migrantes mientras que en 2016, último año de Obama fueron 84.994. Con Biden se espera que el número de admisión anual incremente a 125.000 refugiados.
Finalmente, lo más importante es que México sea contundente en las prioridades que como país tenemos. Aunque en los primeros años de este Gobierno ha sido el tema económico y el T-MEC el centro de la agenda y la razón para ceder en el tema migratorio, es fundamental que aprovechando esta nueva etapa, sean las personas y las familias binacionales, que es lo que más compartimos entre ambas naciones, quienes se coloquen al centro de la relación bilateral.
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Migración: ¿qué esperar con Biden? / Eunice Rendón, El País (España), Noviembre 11