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Aunque creció entre carencias en su natal Ciudad Delicias, Chihuahua, de donde marchó cuando ya no pudo soportar el desprecio y maltrato hacia los gays, a la edad de 38 ha logrado hacerse peinador de estrellas, maestro de estilistas y filántropo social en tiempo del Covid. La escuela ofrece en esta temporada de pandemia descuentos de 50%, si bien el director aclaró en su face que allí no es bienvenida “gente chismosa ni intrigosa”.
Se llama César Olivas Guerrero. Tiene una fundación con su nombre y está casado con Alexis Tarango.
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Vía telefónica, César comparte con Código Tlaxcala un jirón de su destino singular.
PRUEBAS DE VIDA
“Vengo de una familia muy súper humilde, hemos sufrido. Mi mamá Martha Guerrero fue papá y mamá a la vez, porque mi padre nos abandonó. Fue duro haber sido señalado por homosexual, tuve que emigrar. Más adelante, por azares de la vida conocí gente maravillosa que me ayudó mucho.”
Antes de paladear el éxito y conquistar su satisfacción personal, César pasó duras pruebas duras que a menudo consumen a otros menos afortunados o decididos: “Desgraciadamente, conocí los mundos del alcohol y las drogas.”
-¿Cómo te rescataste?
“Un día amanecí y me dije ¡ya basta! Te estoy hablando de hace quince años, cuando anduve en Ciudad Juárez.”
DEL VERBO AYUDAR
Hoy César no para nunca. Recién estuvo en Colombia, España y París para certificarse como colorista internacional actualizado en tendencia de la moda. Eso sin descuidar el trabajo de FASCICO, su fundación.
“Entregamos hasta 25 despensas en un día, promedio. Y hemos repartido 250 kits de limpieza, gel antibacterial, cubrebocas. Vamos a las colonias más vulnerables, a las casas de gente muy muy necesitada. Es gente que no tiene nada de nada, hemos llevado refrigeradores y estufas usadas, ropita para bebé, juguetes, comida. Ahora son muy grandes amigos de nosotros, una cosa lleva a la otra.”
-¿Qué les mueve, a Alexis y a ti?
“Fue por ver tanta necesidad en tanta gente. Al ver a tantos que se quedan sin empleo, nos dimos a la tarea de recabar despensas que se nos multiplicaron en 800. Empecé a hacer mis videos y la gente pues ¡muy solidaria!, semana tras semana.
-¿Cómo se llama tu escuela de estilistas?
“César Olivas Academia. Enseñamos a encontrar un empleo en el autoempleo. Nos enfocamos en madres solteras, tenemos ya muchas graduadas, unas cien. Orita iniciamos curso con 48 alumnas.
GRACIAS A LA VIDA
Supimos de la calidad del trabajo de César Olivas por las redes sociales. Su fama de peinador de estrellas trasciende literalmente fronteras.
-Leímos en redes a mujeres migrantes que esperan arreglarse el cabello contigo cuando vengan a México. ¿Qué se siente?
“Es una parte muy padre de mi vida, por la que le doy muchas gracias a Dios. La recuerdo con satisfacción y agradecimiento.”
-¿A cuáles actrices te tocó peinar?
“A Beatriz Adriana (‘muy amiga mía’), a Gabriela Spanic (‘tengo videos de ella recomendando mi trabajo’), a Lucía Méndez, Rocío Banquells, Silvia Pasquel, Niurka Marcos, a muchas.
-Luces bien. ¿Qué te hace feliz?
-El ver lo maravilloso que Dios nos da, que es la vida. Ayudar es un agradecimiento por tantas bendiciones que me ha dado.
