El México de AMLO Empata Récord Vigente en Asesinatos de Periodistas

Según cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), hasta el pasado 31 de octubre han sido asesinados este año en México un total de 13 periodistas, cifra que iguala el peor año del sexenio de Peña Nieto, 2016, el más alto de la historia moderna del país en dicho rubro.

Durante el anterior sexenio hubo 59 periodistas asesinados y 3 desaparecidos, para un total de 62 casos. En el previo del panista Felipe Calderón se registraron 52 asesinatos y 15 desapariciones, en total 67; y en el del también panista Vicente Fox, 25 asesinados y 3 desparecidos, 28 casos en total.

Aunque con López Obrador no hay desaparecidos, de mantenerse constante la misma cifra de asesinatos de periodistas en este año, la suma sexenal podría alcanzar los 78 casos, un récord.

Según la CNDH, entre el último año del sexenio de Ernesto Zedillo y el pasado 31 de octubre fueron asesinados 153 periodistas en México, situándose así la nación azteca como una de las más peligrosas para el ejercicio del oficio.

Ello ocurre mientras Andrés Manuel López Obrador sigue empeñado en una persecución con tintes de azuzamiento contra los periodistas indóciles, a los que no ha vacilado en tachar de “conservadores”, “neoliberales”, “hampa” y “fifís”, ello a pesar de que el propio presidente forma parte desde siempre de un gremio particularmente corrupto.

El hostigamiento y las injurias del presidente López Obrador no han dejado títere con cabeza, pues lo mismo ha identificado por su nombre en sus transmisiones “mañaneras” con recursos públicos sus redes sociales, al rockero “conservador” Alex Lora que a medios habitualmente afines a la izquierda castrista, como La Jornada y Proceso.

Para colmo, esta semana la bancada senatorial del presidente López Obrador eligió irregularmente a Rosario Piedra Ibarra como ombudsperson, una figura cuyas funciones abarcan la defensoría de la libertad de expresión y los periodistas frente a los abusos de gobernantes.

Apenas jurado el cargo, Piedra Ibarra respondió a una pregunta acerca de lo la situación de los periodistas en México, con otra pregunta: “¿Hay periodistas asesinados?”.

CONTEXTOS

-Rosario Piedra Ibarra es hija de un doctor y militante del Partido Comunista Mexicano (PCM) y de Rosario Ibarra de Piedra, quien fue candidata presidencial en 1982 con la bandera troskista del PRT y más recientemente senadora plurinominal por el PRD. Un hermano suyo, a la sazón de 19 años, fue “desaparecido” en 1973 por la siniestra Dirección Federal de Seguridad (DFS) de un presidente mexicano de izquierda, Luis Echeverría Álvarez, al año siguiente de que el segundo esposo de la actual ombudsperson, Germán Segovia, secuestrara un avión de Mexicana de Aviación e hiciera rehenes a los pasajeros para demandar la liberación de cinco camaradas arrestados. Una vez logrado el objetivo, ordenó al piloto volar hacia La Habana, donde recibió asilo político hasta que fue amnistiado por otro presidente izquierdista anterior al neoliberalismo, José López Portillo. Segovia formaba parte de la Liga Comunista 23 de Septiembre, una organización marxista que para financiarse recurrió al secuestro y el asalto de bancos, y tampoco vaciló en ejecutar a policías a sangre fría; dada la diferencia de edades, se da por un hecho que Jesús fue reclutado por su propio cuñado. Alrededor de un lustro después de la desaparición del hijo a manos de Nassar Haro, Rosario Ibarra de Piedra formó la ong Eureka!, en reclamo de la presentación de Jesús y enfocada principalmente a la defensa de víctimas de la izquierda mexicana abusadas por el gobierno durante la “guerra sucia”. En Eureka! militó Rosario Piedra junto a su madre; ambas, madre e hija, lo mismo que el Dr. Piedra, fueron torturados por la DFS de Echeverría. El caso de Jesús Piedra Ibarra está clasificado crimen de estado en la modalidad de “desaparición forzada”.

-En claro contraste con la pluralidad prácticamente infinita de medios de comunicación privados y públicos que caracteriza a las democracias genuinas, las dictaduras de toda clase no toleran a los periodistas si son testigos independientes o críticos. En Cuba, China, Norcorea y Rusia, el gremio ha sido proscrito o se halla bajo persecución gubernamental; y así el gobierno monopoliza la información sobre su propio desempeño que llega a los ciudadanos. En el polo opuesto, en Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Canadá, Australia e incluso Japón, los gobiernos se hallan bajo supervisión constante de periodistas y medios de comunicación, cuya cantidad y consiguiente pluralidad hacen imposible el control gubernamental de la narrativa cotidiana.

Con información de El Universal.com.mx y Wikipedia.