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El robo de combustible le cuesta a México 20 mil millones de pesos anuales, “se trata de un problema que obliga a utilizar todos los
instrumentos para combatirlo”, enfatizó José Antonio González Anaya, director de Pemex, durante el evento Oil and Gas Innovation Forum celebrado el día de ayer en la Ciudad de México.
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En ese marco, González Anaya precisó que entre los principales lugares de la industria del huachicol o robo ilegal de combustible se encuentran los estados de Puebla y Tamaulipas. Al respecto, Pemex había informado que Puebla registra este año 572 perforaciones, siendo los municipios con mayor incidencia Tepeaca, Quecholac y San Martín Texmelucan.
En los primeros cinco meses de 2017, Pemex detectó un gran total de 4 mil 268 tomas clandestinas, lo que implica un incremento de casi el doble en el último año, pues en el mismo periodo de enero-mayo pero de 2016, el número de ordeñas sumó 2 mil 340.
Empero al pasado 27 de junio, la Procuraduría de México (PGR) apenas había reportado 18 sentencias a huachicoleros emitidas entre el 1 de enero de 2016 y el 8 de mayo de 2017.
Al respecto, el titular de Pemex anunció que en la próxima reunión nacional de gasolineros pondrá sobre la mesa el tema de las amenazas de grupos delictivos que obligan a choferes de transporte y gasolinerías a comprarles combustible ilegal.
De acuerdo a información del IFAI solicitada por El Universal, solamente en 2017 la Secretaría de Marina (Semar) ha arrestado a 17 huachicoleros, recuperando de ellos un millón 442 mil litros de gasolina extraída ilegalmente.
Numerosos indicios apuntan a que en el negocio del huachicol se hallan involucrados no solamente familias de comunidades paupuerizadas por donde pasan conductos de Pemex, sino también personal de la propia empresa paraestatal, dado el nivel de dificultad técnica que implica la colocación de válvulas en las tuberías.
