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Incursión a la USET

Agradecida Croniquilla de una Visita al Profesor Florentino Domínguez Ordóñez

FOTOS  Antonieta

 

Florentino Domínguez Ordóñez, titular de Educación de Tlaxcala, señala en el óleo un punto incierto entre un holán de las faldas de La Malinche, el volcán emblemático a cuyo amparo creció de niño y lleva consigo a dondequiera que va.

-Por aquí queda, digo yo, San Pedro Xochiteotla –indica con el índice.

Ubicando Xochiteotla.

 

Fuimos a la USET intrigados por el ritmo de trabajo de la secretaría. A curiosear.

Mientras subimos la loma donde están las oficinas del secretario, recapitulamos: el miércoles, entrega de apoyos a las camadas del Carnaval, mismo día en que anunció una revisión del protocolo para la salida de clases de los alumnos, y el martes le tocó dar banderazo a los Juegos Deportivos Nacionales de la Educación Básica. Días antes lo encontramos en el Jeroc’s, donde inauguró el taller sobre una Nueva Escuela Mexicana del Mtro. Carlos Rascón Payán.

Una vez en la sala de espera la ayudante del profe ofrece café, a lo que respondo con mi cliché-western favorito para hacer reír: “Para mí, un tequila doble, por favor”. También dulces dispuestos para los invitados en una dulcera de cristal. En esas aparece el profe Florentino, acompañando a un grupo adusto de docentes.

Placer de platicar.

 

El secretario saluda desde lejos e invita a pasar a los reporteros. Ya en la espaciosa oficina nos hace sentir en casa. Recuerda que cobró hace más de tres décadas su primer cheque de profesor normalista, precisamente en las instalaciones de la USET que ahora encabeza.

“La educación es y ha sido mi mundo”, resume el docente de 55 años. Cuenta que se convirtió en el secretario seccional del SNTE más joven que ha habido en Tlaxcala.

Anécdotas personales.

 

La charla se desliza sin sentir ni lamentarlo hacia la confidencia personal. Así, oyendo las bucólicas del exniño campesino, se escurre el tiempo fugaz y siempre escaso.

“Le esperan en el sepelio de un alumno, el secretario se comprometió a acompañar a la familia”, nos habían advertido. Lo olvidamos, mas no así un diligente colaborador del profe Florentino.

Un hombre tras el funcionario.

 

Vueltos a la realidad, nos apuramos a recoger algunos indicios más del entrevistado. Le hacemos algunas fotos al pie del óleo del Ulises mexicano José Vasconcelos, quien siendo rector de la Universidad Nacional resumió su misión diciendo: “Yo no vengo a trabajar por la Universidad sino a pedir a la Universidad que trabaje por el pueblo”.

Recordamos juntos la quijotesca proeza del Apóstol de la Educación consistente en repartir masivamente a los mexicanos, ediciones baratas de los clásicos griegos y latinos. Y claro, la mística de las misiones culturales a cargo de maestros rurales.

Ulises criollos.

 

Llegado el momento de la despedida, aún se da tiempo el secretario para mostrarnos un libro desplegado en un atril. Es un ejemplar de la hermosa edición facsimilar del Lienzo de Tlaxcala patrocinada por el gobierno de don Mariano González Zarur.

De vuelta a la redacción nos preguntamos los reporteros si pudimos reunir material suficiente para una nota.

El Lienzo de Tlaxcala.

 

-A veces, como en el caso, atisbar al hombre tras el funcionario también es noticia. ¡No todo en la vida ni el periodismo, debe ser crítica negativa!  –zanjo la cuestión con mi característica intransigencia.

-Las finezas con afecto se pagan –aprueba con dejo filosófico nuestra fotógrafa.

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