‘Medicinas Pirata’: AMLO Vuelve a Atacar al Periodista Loret de Mola

Esta vez Aprovechó una Denuncia Sobre Contratación de Priistas de Cepa en el IMSS-4T de Jalisco

 

Durante la conferencia mañanera de este martes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, volvió a lanzarse con todo en contra del periodista Carlos Loret de Mola, notablemente molesto con lo informado en la columna “Ante el desabasto, el gobierno se abre a medicinas pirata”. La columna fue subida al portal web del diario El Universal a las 04:15 horas de hoy.

Sólo el presidente sabe si una de las primeras cosas que hizo este martes fue leer la opinión del periodista al que acosa con regularidad desde su micrófono mañanero. Si la leyó, debió saltarse un párrafo; si no, se la contaron incompleta. El párrafo de la columna de Loret dice a la letra: “El gobierno argumentará que esta apertura a la importación implica comprar medicinas avaladas por la Organización Mundial de la Salud”.

Efectivamente tres horas después, al rechazar la crítica del reportero presente, el presidente haría buena la profecía del periodista Loret de Mola. “Las medicinas que se están comprando en el extranjero, todas, traen la autorización de la Organización Mundial de la Salud. Entonces, no pueden ser medicinas piratas”. Ya encarrerado, el presidente se siguió de filo.

“Pero ¿por qué actúa así este periodista? Además de ser evidente que no nos quiere, pues… ¡es que había un monopolio!”. Llegado a este punto, López Obrador insinuó sin pruebas que la opinión del periodista representa los intereses de los monopolizadores de las compras gubernamentales de medicinas. “Empresas importantes, farmacéuticas del extranjero no podían vender productos en México. Entonces se abrió al mercado internacional. Lo que nos interesa es tener las medicinas, y entonces se les afectó en sus intereses. Ellos solo ven el dinero, su dios es el dinero. Por eso esas calumnias”, argumentó.

Loret informa en su columna Historias de Reportero que las medicinas contratadas por el actual gobierno proceden de China y la India; y que si bien la OMS avala a las autoridades sanitarias de esas naciones (no directamente la calidad de las medicinas), sería “porque en situaciones extremas de hambre, pobreza, guerras, es mejor tener medicinas que medio curan a no tener medicinas”.

Loret denunció recientemente el enriquecimiento inexplicable de un funcionario mimado de AMLO, Manuel Bartlett Díaz, actual director de la CFE y al que la izquierda mexicana atribuyó durante décadas un fraude electoral en 1988. El periodista reunió evidencia de numerosas propiedades encubiertas con firmas de la mujer e hijos de Bartlett Díaz, mas fue exonerado por Irma Sandoval, titular de la Secretaría de la Función Pública a cargo de vigilar la honestidad de los servidores públicos y esposa de un gringo de tendencia socialista, John Ackerman, uno de los principales asesores del presidente.

En un país donde las familias de los sanguinarios capos van de compras al súper y hacen negocios a la vista de las autoridades, Sandoval dio por bueno el argumento legaloide de concubinato del director de la CFE para enterrar el asunto. Desde entonces los ataques a Carlos Loret se han venido multiplicando al paso de las semanas en redes sociales y desde la misma presidencia de México.

ORIGEN Y REMATE DEL ATAQUE

El enésimo ataque de López Obrador a las opiniones de Carlos Loret de Mola derivó de la petición de un periodista presente en la mañanera, de investigar la contratación de un exalcalde de Zapopan, Óscar Robles Peiro, y de su equipo en la oficina estatal del IMSS de Jalisco.

“Fue muy criticado, además de ser un priista de cepa por desvíos millonarios en ese municipio. También se menciona que Edith Bermúdez Alonso, la delegada del IMSS, podría estar atada por estos personajes que podrían cubrir ahí muchas situaciones de corruptelas”, había apuntado el reportero.

 

En respuesta, el presidente y el director del IMSS, Zoé Robledo, respaldaron que una enfermera y no una política como ha sido usual, encabece la oficina estatal. “En el caso del Seguro, se hizo un proceso de selección mediante un procedimiento transparente, donde (ya) no son políticos sino trabajadores del Seguro”, afirmó el presidente. Entonces, al rechazar lo dicho por el reportero sobre la oficina de IMSS-Jalisco, AMLO se salió de tema para criticar a Carlos Loret.

“Entre más información se ofrezca, mucho mejor. Les va a costar más trabajo, por ejemplo, inventar cosas, o se van a ver más ridículos. Por ejemplo, hoy Loret de Mola dice que estamos comprando medicinas piratas” –ejemplificó. Descompuesto por momentos su rostro, AMLO prosiguió la agresión presidencial así: “Cada vez más se quitan la máscara, se enseñan más, se descubren más en la medida en que nosotros podemos informar más”.

Al cabo, el presidente prometió que “la libertad no la vamos a censurar” y se comprometió, con una sonrisa tatuada en el rostro, a “no hablar con el director del periódico donde escribe Loret de Mola ¡para que lo despida!, porque nunca lo hemos hecho, porque no somos iguales a los que estaban antes”, aseveró.

ELOGIO DE LAS MAÑANERAS

“Las mañaneras son de lo mejor, aquí nos informamos todos, porque cada ciudadano es un medio de comunicación”, dijo López Obrador antes de ceder la palabra a Robledo, invitando a los mexicanos a informarse sobre su gobierno a través de su propio gobierno.

No es la primera vez que el presidente anuncia el fin de la “prensa tradicional”, la sustitución de su función crítica por las voces de los propios gobernantes (le gusta imaginar que puede mantener contacto directo con el marcouniverso de casi 90 millones de ciudadanos mexicanos), e inclusive, se permite dar lecciones de periodismo a los periodistas, a los que ha puesto como ejemplo a los primeros propagandistas mexicanos del comunismo, los hermanos Flores Magón, cuyo panfleto ya ordenó reeditar en libro.

Acerca de lo que el actual presidente de México entienda por “prensa”, cabe apuntar que AMLO ha expresado abiertamente su admiración por la dictadura de la familia Castro Ruz en Cuba, la más longeva del mundo después de la familia Kim de Norcorea y donde la agencia de propaganda del gobierno, Prensa Latina, jamás en sesenta años osó hacer ni una sola crítica al finado Fidel Castro, un tirano que asimismo se apoderó del micrófono durante todo su prolongado mandato luego de proscribir y perseguir a los medios de comunicación privados.