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Para Alfredo González
El periodismo Gonzo remite a un deseo de autenticidad contra el acartonamiento del oficio en los grandes diarios norteamericanos, regidos hacia 1950 por el paradigma decimonono de la pirámide invertida de Lasswell.
Al Boston Globe y la revista Rolling Stone; al beatnik Kerouac, el exquisito Wolfe, el outsider Capote y el malogrado chef neoyorkino Anthony Bourdain.
Remite asimismo a la instauración de la televisión en la vida social estadunidense; y sobre todo, al ejercicio de la libertad de atestiguar, describir y publicar en el marco de la Guerra Fría. Es pues aporte de un periodismo de tierra fértil que nunca deja de mutar y dar ejemplo al planeta.
La palabra Gonzo proviene de la jerga irlandesa, aplicada según Wikipedia al borracho que sobrevive de pie a los demás. El más reventado y aguantador, al que le amanece y sigue terqueando un último trago.
Tres ideas básicas definen tal estilo periodístico (y necesariamente literario).
La más distintiva es la intromisión del reportero en la noticia. A contracorriente del canon, el Gonzo es un personaje central de la nota. Se desmarca pues del anonimato tradicional para asumirse un hacedor (falible y subjetivo) de noticias. Sinceridad: se sabe demasiado humano.
Una segunda idea destaca el contexto por sobre la propaganda y el hecho mismo. Cambio de foco: se deja de concentrar la atención en el templete oficial para atender las circunstancias, la calidad y el humor del auditorio, la parafernalia escenográfica, el clima y el tráfico, las veleidades del azar, los augurios de las aves en vuelo, etc. El texto es primero un contexto.
La tercera idea implica las anteriores y tiene que ver con la calidad literaria. Todo periodista Gonzo genuino tiene algo de escritor que osa decir no a la banalidad. Amor propio y técnica de comunicación: se aspira a un estilo mejor para mejor compartir la experiencia reporteril.
Gusto de dandy: los calcetines de estrellas y el pañuelo en el ojal del supermacho Tom.
PD Bien visto el asunto, en nuestra época, cuando la tecnología ha hecho de cada poseedor de celular un reportero en potencia, lo gonzo está más vigente que nunca.