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Tos ferina: síntomas, tratamiento y cómo prevenir esta enfermedad contagiosa
La tos ferina, también conocida como pertussis, es una enfermedad respiratoria aguda ocasionada por la bacteria Bordetella pertussis. Se caracteriza por una tos intensa y persistente que puede durar varias semanas e incluso meses.
Rodrigo Hiroshi Gonzalez Luna, médico alergólogo pediatra, explicó que la tos ferina se transmite a través del contacto con gotitas de saliva expulsadas al toser o estornudar.
“La enfermedad se incuba aproximadamente entre unos 7 a 10 días y las manifestaciones pueden durar desde 6 hasta 8 semanas”, detalló.
¿Cuáles son los primeros síntomas de la tos ferina?
Los síntomas iniciales de la tos ferina pueden confundirse con los de un resfriado común. Incluyen:
- Escurrimiento nasal
- Congestión y estornudos
- Fiebre leve
- Tos leve, que se intensifica con el tiempo
Sin embargo, la principal señal distintiva es que la tos se vuelve incontrolable y severa en el transcurso de una o dos semanas. En casos graves, puede provocar apnea (pausas en la respiración), especialmente en bebés.
“En los niños pequeños, la tos puede ser tan fuerte que provoca coloración morada en la piel debido a la falta de oxígeno”, explicó el doctor González Luna.
¿En qué se diferencia la tos ferina de otras enfermedades respiratorias?
Dado que la tos ferina puede compartir síntomas con enfermedades como la influenza o el COVID-19, el diagnóstico puede ser complicado. Sin embargo, hay diferencias clave:
- La tos ferina dura más tiempo que un resfriado común, pudiendo extenderse hasta dos meses si no se trata.
- La fiebre es más alta que en otras infecciones respiratorias.
- El sonido de la tos es característico, siendo descrito como una tos quintosa o con un sonido similar a un “ladrido de perro”.
“Es una tos constante, persistente y que puede darse en forma de accesos repetitivos”, señaló el especialista.
¿Quiénes son los más vulnerables a la tos ferina?
Niños pequeños: el grupo de mayor riesgo
El grupo más afectado por la tos ferina son los lactantes y niños menores de 5 años, principalmente aquellos entre el año y los 18 meses de edad.
“También se han registrado casos en preescolares de hasta 4 o 5 años, y en pacientes con sistemas inmunológicos debilitados, como adultos mayores o personas con enfermedades crónicas”, explicó el médico.
¿La tos ferina afecta a adultos?
Aunque históricamente se ha considerado una enfermedad infantil, también se han registrado casos en adultos. “Es algo que está llamando actualmente la atención”, mencionó el especialista, refiriéndose a la reaparición de brotes en diversas poblaciones.
¿Cómo se diagnostica la tos ferina?
El diagnóstico de la tos ferina es principalmente clínico. Sin embargo, en casos graves o dudosos, se pueden realizar pruebas de laboratorio.
“Cuando hay sospecha en niños no vacunados, podemos confirmar la enfermedad con una prueba PCR, similar a la utilizada para COVID-19 o influenza”, explicó el experto.
¿Existe un tratamiento para la tos ferina?
A diferencia de otras infecciones respiratorias virales, la tos ferina es causada por una bacteria, por lo que sí requiere tratamiento con antibióticos.
“El tratamiento es integral e incluye antibióticos para reducir la gravedad de la infección y evitar la propagación”, indicó el médico alergólogo.
En casos severos, la hospitalización es necesaria, sobre todo cuando hay:
- Fiebre alta que no cede
- Dificultad para respirar
- Deshidratación o intolerancia a la alimentación
- Complicaciones neurológicas, como convulsiones febriles
Vacunación y prevención: la clave para evitar contagios
¿Qué vacunas protegen contra la tos ferina?
La tos ferina es una enfermedad prevenible mediante vacunación. En México, la vacuna está incluida en el esquema nacional y se aplica en diferentes etapas de la vida.
“Actualmente, se administra a través de la vacuna hexavalente en bebés de 2, 4 y 6 meses, con refuerzos al año y a los 18 meses”, explicó el médico.
Además, se recomienda la vacuna DPT (difteria, pertussis y tétanos) como refuerzo entre los 4 y 7 años.
¿Los adultos necesitan vacunarse contra la tos ferina?
Las mujeres embarazadas deben recibir un refuerzo a partir de la semana 20 para proteger al bebé. También se recomienda vacunar a personas que no hayan recibido el esquema completo en la infancia.
“Los adultos deben revisar su cartilla de vacunación y aplicarse refuerzos si no tienen la dosis de la DPT”, advirtió el especialista.
¿Hay brotes de tos ferina actualmente?
El médico entrevistado mencionó que se ha emitido una alerta epidemiológica ante el aumento de casos en algunas regiones. “Llama la atención que se han registrado casos fuera de la temporada invernal, lo que indica un patrón inusual en la propagación de la enfermedad”, mencionó.
Para evitar contagios, se recomienda:
- Cubrirse al toser o estornudar (estornudo de etiqueta).
- Evitar contacto con personas enfermas.
- Mantener los esquemas de vacunación actualizados.
- Consultar al médico ante síntomas persistentes.
La tos ferina es una enfermedad altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños pequeños, pero también puede presentarse en adultos. Su síntoma más característico es la tos intensa y persistente, que puede durar hasta ocho semanas.
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